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Maravilloso desayuno y muy amables en el trato. Ademas el pueblo de Quintin es precioso.

Un sitio muy especial , casa decorada con exquisitez , auténticamente Bretona . Una maravilla parada en el tiempo . Anfitriones geniales.

Nosotros (mi marido, niña de 4 meses, perro y yo) nos hospedamos durante 6 noches en este hotel y estuvimos muy a gusto. La cama comoda y de buen tamaño, armario y baño amplio. Areas comunes: dispone de un jardin bastante grande y cuidado en el que los niños pueden jugar, con mesas y sillas de jardin. Las habitaciones "Superior" dan directamente hacia este jardin a traves de la terraza acristalada. Dispone tambien de una zona comun accesible para todos los huespedes, acristalada, con nevera, sofas y mesa con sillas, muy agradable. Desayuno: 10€ por persona: es un buffet, puedes repetir todas las veces que quieras y consiste en: zumo de naranja, cereales (2 tipos), leche caliente y fria, cafe, té (varios tipos), montaña de crepes con mermeladas (varios sabores), miel, nutela, chocolate, azucar... pan normal y de molde que se puede tostar, tarta casera, croissants, napolitanas/pan au chocolat/chocolatines, yogures, compota de manzana, embutidos, quesos, frutas... nosotros solo lo cogimos el ultimo dia y gracias a que otro huesped nos lo recomendó. Ubicación: no está en el pueblo, esta en una zona muy tranquila a las afueras. Tienes un paseo de 17 minutos andando o 3 minutos en coche hasta la panaderia o supermercado mas cercano. Si el tiempo acompaña es un paseo muy agradable, yo lo hacia todas las mañanas con mi perro, hay acera durante todo el camino y sin pendientes, en 30 minutos iba y venia. Servicios: habitacion super limpia y con servicio de limpieza diario, personal super amable y cercano. Comunicación con todo el personal en inglés sin problema. Proporcionan servicio de cafeteria e incluso restaurante para la cena, nosotros no lo utilizamos pero vimos a gente cenando. Se puede pagar con tarjeta de credito, cheques, efectivo y/o Cheques Vacances. Se agradece un monton que den la bienvenida a los perros. Vosotros lo recomendamos sin dudarlo.

 El personal lo primero, un equipo súper agradable. Las instalaciones y las habitaciones muy bonitas.

El lugar es precioso. Tiene muy bien cuidado el entorno: el jardín está cuidado con detalle y variedad de flores, y se puede estar en él tranquilamente. La casa está muy limpia. La parte superior más calentita, quizá por el calor que recibe el tejado. Había ropa de cama y toallas de sobra. Las almohadas son gorditas, como nos gustan. En Francia hemos solido encontrar más cuadradas y menos abultadas. La dueña ha sido muy agradable y accesible en todo momento.