Hoteles cerca de San Lorenzo de las Arenas

Muy escaso todo

Las instalaciones y el personal

Instalaciones, decoración, atención y desayuno

Muy bonito el sitio, cuidan los detalles

Llegué andando al establecimiento porqué entraba en el final de una de mis etapas de la ruta senderista del Rio Ter. No comí mal en el restaurante.

Personal muy agradable y atento. Gusto exquisito en la decoración e instalaciones. Todo muy limpio. Repetiremos!

La atención de Isabel y Pedro fue excepcional desde el principio. Todo en can Bassa está hecho con cariño y cuidado, desde un desayuno de 10, el jardín que está muy trabajado y precioso en primavera, la decoración y el buen gusto de las habitaciones y del mobiliario en recepción... La arquitectura de la casa es singular, y los anfitriones le han sabido sacar el mayor partido. Además tuvimos un percance en nuestro viaje, llegando más tarde de la hora acordada y se mostraron muy comprensivos al respecto.

Ubicacion, decoración… todo perfecto

La habitacion era pequeña pero muy acojedora, el lavabo no tenia puerta, pero una pared lo separa, el desayuno bien, la piscina no la usamos pues no hacia calor, todo nos gusto

Hotel ubicado en una zona rural, en pleno corazón del Empordà, aunque a 20 minutos de Peratallada, 30 minutos de Begur, Pals, Calella de Palafrugell y las calas más preciosas del Baix Empordà. Idea para desconectar. Es un hotel 'adults only', aceptan huéspedes a partir de 14 años. Estuvimos en la habitación Mariner; es muy cómoda, espaciosa y con buenas vistas. Botella de agua de cortesía y opción de comprar frutos secos, patatas chips y gominolas. Baño grande, aunque los mandos de la ducha y la pica del lavado necesitan una renovación urgente. El colchón de la cama es de muelles, excesivamente duro para nuestras espaldas... estamos acostumbrados a un colchón de viscoelástica medical. Pero no fue un problema. Existe un rincón en la sala de desayuno con agua, refrescos, bebidas alcohólicas, etc. Si tomas algo, lo puedes anotar en un papel y lo cargan en la factura de la habitación (estilo 'honesty bar'). Sala de desayunos muy agradable, zumo de naranja recién exprimido (un plus). No hay buffet de desayuno, sino que traen a cada mesa la selección que el día anterior has tenido que escoger; en nuestro caso (2 pax) escogimos una opción dulce (fruta, croissant, yogur, mantequilla) y una opción salada (selección de quesos y embutidos), de manera que lo pudimos compartir. No es muy abundante, pero es suficiente. También existe una tercera opción, creo que con ítems calientes (huevos revueltos, etc.). Hay un porche muy agradable saliendo de la sala de desayunos, con una hamaca y zona con mesas y sillas. No disfrutamos la piscina ni la zona exterior. Cristina es una anfitriona muy simpática, amable y cercana. Somos unos enamorados del Empordà, por lo que siempre que podemos salimos a descubrir hotelitos de la zona.